¡Hola papás y mamás de Nuestra Escuela!

Hay veces, sobre todo cuando los niños empiezan a explorar e intentan poner en práctica su recién adquirido comienzo de autonomía, sucede que las cosas no salen como ellos esperaban y se hacen un rasponcillo o herida leve que no requiere ir corriendo a que lo vea el pediatra pero sí de nuestros cuidados.

Cómo actuar antes las caídas

Leed atentamente  las indicaciones de este post que hemos preparado para vosotros desde nuestra Escuela Infantil Nuestra Señora de los Dolores. Os será muy útiles porque hablan de qué hacer cuando esto sucede en los parques de nuestros barrio de San Bernardo y no tenemos a mano los mismos recursos de los que disponemos en casa.

Me he caidooooooooo

Lo primero que debéis hacer es observar si el sitio en el que ha tenido lugar el incidente que ha generado la herida es susceptible de causar otros problemas añadidos (mira si hay arena sucia, astillas, presencia de óxido, de cristales, etc.). Y después…

  • Lavar la herida con agua al chorro y jabón, pero al no estar en casa, tendrás que buscar una fuente o conseguir una botella de agua o suero fisiológico. Lava a conciencia para eliminar restos de gravilla o suciedad, pero no arrastres nada por la lesión.
  • Si la herida sangra, tápala con un paño o con lo que tengas a mano (pañuelos de papel, foulard, etc.) y presiona para ayudar a taponar la sangre. ¡Atención! Si sospechas que puede haber algún cristal dentro, No aprietes la herida, mantenla en alto con el pañuelo y lleva al niño al médico más próximo. Si continúa sangrando y la sangre traspasa el paño, no lo levantes para ver cómo va, ya que puedes despegar el coágulo que se está formando. Pon más pañuelos encima, sigue presionando y acércate al médico por si tu hijo precisa algún punto.
  • Si la herida ha sido por punción, no te fíes del tamaño externo, porque la lesión puede haber llegado a zonas profundas. Actúa de la misma forma: lávala bien, tápala y ve al médico.
  • Si el niño tiene más de 18 meses y ha completado su pauta de vacunación estará protegido contra el tétanos. Si está cerca de cumplir los 4 años (última dosis de la infancia, la siguiente será a los 14 años), es posible que le adelanten la vacuna.
  • Si el sangrado es por la nariz, no le pongas la cabeza hacia atrás, porque tragará sangre y es posible que vomite, que aspire el vómito o que los esfuerzos aumenten el sangrado. Mantén su cabeza recta, presiona las aletas de la nariz con tus dedos y un pañuelo y controla el tiempo. A los cinco minutos deja de presionar. Si la hemorragia no ha parado y os ha dado tiempo a llegar a casa, coloca una gasa empapada en agua oxigenada dentro del orificio sangrante, dejando una punta para tirar de ella. Si en cinco minutos más no se detiene, llévalo al médico.

En cualquier herida, al volver a casa aplica un antiséptico y déjala al aire, salvo que esté expuesta a roces. En ese caso cúbrela con una venda (o ponle una tirita), que destaparás a las ocho horas para ver su evolución.

Y sobre todo, mantén la clama y se la transmitirás a tu peque. Nuestros más de treinta años al cuidado de niños de nuestro barrio de Chamberí nos dicen que el consuelo y la calma es lo que mejor funciona a la hora de resolver una pequeña caída.

 

Caídas leves va a tener muchas a lo largo de su vida y le servirán para aprender a manejar su cuerpo, evaluar sus posibilidades y enfrentarse a los retos.

 

Ir al contenido